Contra menos cosas haga un juguete, más hará la mente de un niño.
Los niños y niñas de la clase de dos años nos lo hemos tomado al pie de la letra. Nuestra señorita sólo nos ha dejado para jugar una caja de cartón enorme y muchas ceras de diferentes colores.
Entre todos hemos pensado qué podíamos hacer con estos materiales y... rápido, rápido los niños y niñas han comenzado a desplegar su imaginación. La caja se ha convertido en un coche, una nave espacial, una cueva o una casa y todos han participado en la decoración y aportación de ideas. Hasta ha habido algún niño que no quería salir de dentro de la caja... ¡si es que no hay nada mejor que dejar volar a imaginación de un niño!
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