PEQUE RINCÓN: CONTROL DE ESFÍNTERES

Queridas familias,

¿Cómo estáis? Espero que estéis tod@s muy bien y lo estéis llevando de la mejor de las maneras posibles. Por aquí todo bien.😊😊

He pensado subir unas pautas y recomendaciones por si os decidís a poner en marcha la “operación pañal”, espero que os sirva de guía para este proceso. Al final os he puesto varios enlaces de cuentos sobre este proceso.

Estas recomendaciones las podéis encontrar en el libro: Ser niños acompañados, crianza y escuela de Laura Estremera y su Editorial es Universo de letras.

EL CONTROL DE ESFÍNTERES

¿CÓMO SABEMOS SI ESTÁ PREPARADO?

Los niños comienzan a dar señales de que va madurando. Algunas de estas señales son:

Pregunta qué es lo que estamos haciendo en el váter, siempre y cuando nos vea, es decir, tiene curiosidad.
Quiere sentarse en el váter o el orinal, es un interés que nace del niño.
Se esconde para hacer caca.
Empieza a decir que ha hecho pipi o caca después de hacerlo, pero que tome conciencia una vez ha salido o durante, todavía no nos indica que controle sus esfínteres; después empieza a nombrarlo mientras lo hace y por último aprende a avisar antes.
Se quita y baja la ropa.
Generalmente, primero aprende a controlar la caca nocturna, después por el día, seguido del control diurno de pipi y por último el control nocturno de orina.
El pañal está seco. Este es el digno más importante de que el niño está preparado, cuando respetamos el proceso el niño es capaz de controlar sus esfínteres, aunque lleve puesto el pañal y buscar el momento y el lugar adecuado para vaciarlos, no les gusta manchar el pañal. Cuando llega este momento es tan sencillo como preguntarle si quiere sustituir el pañal por la braga o el calzoncillo.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA FAVORECERLO?

En el proceso del control de esfínteres también hay una parte cultual que el niño debe de conocer y un acompañamiento por nuestra parte:

Explicarle qué es el orinal o el váter y para qué sirve.
Dejar que nos vea nosotros cuando vamos al baño, con naturalidad siempre que no nos incomode. Todos hacemos caca y pipi, es una necesidad de nuestro cuerpo como es comer, por lo que debemos vivirlo como algo natural.
Dejar que conozca su cuerpo, lo explore. Primero necesita conocerse a sí mismo para poder conocer al otro.
Poner palabras a lo que ocurre.
Llamar las cosas por su nombre.
Dejar que norte lo que ocurre sin llevar puesto el pañal siempre que sea iniciativa del niño y que no nos importe limpiar sin reprochar.
Ponerle ropa cómoda.
Aceptar sus retrocesos como parte del proceso: habrá días o semanas en las que muestre mucho interés y luego deje de mostrarlo, es normal. Habrá niños que controlarán el pipi, pero pedirán que les pongan el pañal para la caca. Niños que hacen pis alguna vez en el orinal, pero ya no vuelven a pedirlo ni utilizarlo en meses…
No reñir, no castigar, no ridiculizar… aunque sea de forma sutil “¡otra vez se te ha escapado!”, “tan grande y con pañal”, “El pañal es de pequeños” recordemos que la información de este proceso pasa por su parte emocional y esa es la vivencia del proceso.

¿Y SI SE LO HE QUITADO Y NO VA BIEN?

Si nos damos cuenta que nos hemos precipitado, de que sigue manchándose, de que si no lo “sentamos” en el orinal se lo hace encima, de que “no pide” …

Siempre se puede volver a poner el pañal, no pasa nada por rectificar, no le perjudica, no le confunde ni retrasa el proceso, aunque seguro que habéis escuchado una leyenda urbana que dice que si se quita un pañal ya no se puede volver a poner, pero lo cierto es que no hay ningún motivo real para no volverlo a poner si es necesario.

CUENTOS PARA ACOMPAÑAR EL PROCESO.

A continuación, os pongo varios cuentos para acompañar este proceso y sus links de YouTube por si no los tenéis en formato papel.