El pasado jueves celebramos una fiesta muy especial para nosotros, ¡¡nuestra graduación!! Y es que sí... ya casi ha acabado el curso, y no ha sido un curso cualquiera.
Empezamos siendo muy pequeños y dependientes, no encontrábamos del todo nuestro sitio, teníamos inseguridades y sentíamos que despegarnos de nuestra familia era el mayor de nuestros miedos. Durante solamente unos meses hemos aprendido, madurado y crecido, juntos, formando un gran equipo, aprendiendo los unos de los otros, compartiendo y confiando. Niños y adultos, familia y colegio.
Nos hemos convertido en pequeños mayores, ganando independencia, potenciando nuestras capacidades y habilidades, sintiéndonos parte de un grupo y desarrollando nuestra propia forma de ser. Hemos aprendido que somos capaces de lograr lo que nos propongamos y de utilizar diferentes estrategias para conseguir nuestros objetivos.
Gracias a las familias por hacer este viaje mucho más ameno, divertido y sin tantas curvas, porque vosotros también habéis sido parte esencial de su cambio, fruto de vuestro esfuerzo, dedicación y constancia.
Por todo ello, decidimos que la mejor manera de celebrarlo era con una gran fiesta, así que padres, madres, hermanos... todos nos juntamos para disfrutar y pasarlo en grande en una tarde muy especial.