Le regalo a mi mamá una sonrisa de plata,
que es la que alumbra mi cara cuando por la noche me tapa.
Le regalo a mi mamá una caperuza roja,
por contarme tantas veces el cuento que se me antoja.
Le regalo a mi mamá una colonia fresquita,
por no soltarme la mano cuando me duele la tripita.
Le regalo a mi mamá una armadura amarilla,
que la proteja del monstruo que asusta mis pesadillas.
Le regalo a mi mamá el lenguaje de los duendes,
por entender lo que digo cuando nadie más me entiende.
Le regalo a mi mamá una chistera de mago,
en la que quepan mis besos envueltos para regalo.